La época dorada de BlackBerry
BlackBerry tenía a principios de 2000, el modelo de teléfono móvil más querido por el público y todos ansiaban tener uno. Sin embargo, la confianza del posicionamiento que tenían, no le dejó ver que la transformación digital se acercaba de forma imparable y que otro dispositivo podría arrebatarle el lugar privilegiado que mantenía en el mercado hasta ese momento.
Research in Motion (RIM), la compañía asociada a BlackBerry, popular por sus dispositivos portátiles de mensajería en los 90, lanzó en 1999 el BlackBerry 850, el primer móvil que integraba el correo electrónico. Este modelo y su sucesor, el 857, fueron muy populares entre los ejecutivos.
En 2002 llegó el BlackBerry 5810, uno de los primeros smartphones del mundo, que incluía gestor de correo electrónico, navegador de internet, calendario de tareas, reproductor de música, mensajería de texto, y compatibilidad con el fax, y en 2005 llegó BlackBerry Messenger, el ancestro de WhatsApp.
En 2007 con su teclado alfanumérico mejorado, pantalla a color y cámara, BlackBerry tenía su mejor momento con más de diez millones de usuarios y 300 operadoras en 120 países.
Sin embargo, ese mismo año Apple revolucionó el mercado tecnológico, lanzando la primera generación del iPhone, que cambió el mundo de los teléfonos inteligentes provocando el inicio del fin de la era BlackBerry.
Funcionalidad frente belleza.
BlackBerry aseguraba que el modelo iPhone de Apple no era una amenaza para su negocio, pues era menos seguro que su oferta. Seguía aferrado a la idea de mantener sus modelos para empresarios, basados en la funcionalidad, la durabilidad de carga de las baterías, el bajo consumo de datos y de ancho de banda. Pero al mismo tiempo mantenía aplicaciones aburridas y sin atractivo visual, con un sistema operativo demasiado restrictivo para los desarrolladores de aplicaciones lo que les limitaba el mercado.
Apple tenía una gran idea completamente opuesta, supo conectar con el creciente mercado de la gente de a pie, ofreciéndoles lo que demandaban gracias a la implantación de la transformación digital, un navegador fácil de usar con aplicaciones visualmente asombrosas y abundantes y con pantalla táctil, ganándose al público al que no le importaba la limitada eficiencia, que las baterías duraran un día o que sus teléfonos acapararan todo el ancho de banda.
Los ejecutivos de BlackBerry tenían grandes ideas para combatir la amenaza que el iPhone suponía para su dispositivo y todo lo que tenían que hacer era bajarse del pedestal en el que se había subido. Pero no lo hicieron, eran demasiado confiados y demasiado conservadores, una combinación mortal en el mundo de la tecnología y no supieron prever el fracaso que se les venía encima.
Incluso hasta el 2011 y después de la introducción del iPhone, las ventas de la BlackBerry aumentaron, así que no tenían razones para desconfiar. Sólo que Apple tenía una estrategia diferente y, junto con los errores de RIM, resultaría mortal para BlackBerry.
David Yach, director de tecnología de RIM, llegó a decir del iPhone que "Todo indicaba que el producto debería haber fracasado, pero no lo hizo". Para él y otros altos ejecutivos de la empresa, Apple revolucionó el mercado tecnológico introduciendo la digitalización y modificando el entorno competitivo, la razón de ser de los smartphones, lo transformó de un producto funcional a un producto visualmente atractivo.
2007 El principio del fin
En 2007 Apple lanzó la primera generación del iPhone, que cambió el mundo de los teléfonos inteligentes con un software desarrollado gracias a la transformación digital, provocando la obsolescencia de los dispositivos de BlackBerry y afectando considerablemente a las ventas.
Mientras el iPhone ganaba popularidad con el desarrollo de la pantalla táctil, al que se unían otros competidores como Sony Erickson, Nokia, LG, y Samsung, BlackBerry siguió aferrado a su teclado alfanumérico durante algunos años más. Aunque finalmente, en 2009, el modelo Storm de BlackBerry sí lo incluyó, junto con un sistema operativo nuevo y un centro de descarga de aplicaciones, el rechazo inicial a adaptar su modelo a esta nueva tendencia, lo llevaron a resultados negativos y sus ventas fueron desastrosas.
Sus ventas pasaron de 2.000 millones de dólares en 2011, a sólo la mitad en dos años, y no dejaron de caer precipitando su fin en 2016.
Se puede decir que, hasta la irrupción del iPhone en el mercado tecnológico, BlackBerry tenía el monopolio de la demanda en lo que a dispositivos móviles se refiere. Pero la tecnología evoluciona cada día y si no se está dispuesto a innovar y adaptar tus servicios a través de la transformación digital, cualquier empresa, por muy consolidada que parezca, puede ser sobrepasada por otra mejor adaptada a los cambios.