Hace unos días conocíamos la triste noticia del fallecimiento en Navarra del empresario murciano Manuel Torres Martínez, presidente y fundador del grupo industrial MTorres, a los 82 años de edad.
Nacido en Aljucer, en plena huerta de Murcia, en 1961 se trasladó a Navarra para trabajar en la Papelera Navarra, y ya en 1975 fundó MTorres Diseños Industriales en Elorz, la iniciativa empresarial de su vida, dedicada a la creación y al desarrollo de sistemas de automatización industrial, una compañía donde la innovación ocupa un lugar central, como demuestra la inversión del 15% de sus ingresos en I+D+i.
Innovación constante
Fiel reflejo de una personalidad inquieta, en busca siempre de nuevas oportunidades y negocios, Torres fue clave en el impulso de iniciativas innovadoras, destacando el desarrollo de sistemas de automatización industrial, promoviendo el desarrollo tecnológico y la innovación en muy diversos campos, desde el papel a las energías renovables, pasando por el aeronáutico, el que cimentó el gran crecimiento de su compañía, que factura 160 millones, cuenta con casi 800 empleados y está presente en más de 70 países.
Inspirador y visionario, MTorres se fue convirtiendo con los años en un gigante del sector industrial navarro. Dedicada inicialmente a diseñar y fabricar maquinaria para la industria de papel, en 1986 se adentró el sector de máquina-herramienta, aprovechando la experiencia adquirida y aportando soluciones para los principales fabricantes de la industria aeronáutica. Después del papel y las aeronaves, la compañía da el salto a la industria de la energía eólica, un sector en el que entra con el desarrollo de generadores eólicos y de palas de fibra de carbono.
Preocupación por el cambio climático.
Tras más de cuarenta años de trabajo en el mundo del automatismo de procesos industriales, en los que MTorres siempre ha estado en vanguardia, en los últimos años se mostraba especialmente preocupado por el cambio climático.
Fue de destacar su dedicación 100% a la lucha contra el cambio climático y la promoción en la utilización de las energías renovables, el cual llegó a señalar que las empresas en la actualidad, debían tener en cuenta, "las grandes oportunidades de negocio que trae el cambio climático", ya que "las alternativas que hay para luchar contra el cambio climático son de mucho más valor añadido que quemar el petróleo".
El empresario también mostraba su inquietud y preocupación por "el desequilibrio que se está produciendo en el mundo por la guerra comercial". Mostrando su desacuerdo con el presidente estadounidense Donald Trump, resaltando que, "ha desatado una lucha estúpida" y actúa "como si estuviera mentalmente en la época del oeste", una postura que "está haciendo mucho daño a Estados Unidos, porque toma decisiones a corto plazo".
Nuevo prototipo de fibra de carbono, el doble de resistente y cinco veces menos pesado.
En octubre de 2018 su empresa aeronáutica, ubicada en el Parque Tecnológico de Fuente Álamo, se propuso revolucionar también la industria naval del futuro y presentó, la creación de un prototipo de submarino en fibra de carbono que sería menos pesado, más veloz, con capacidad para el doble de carga, más fácil y rápido de fabricar y, también más barato, pudiendo navegar con mayor autonomía, a más baja cota e idéntica seguridad que los buques convencionales actuales. El sumergible tendría el doble de resistencia y cinco veces menos peso que los existentes.
Si el científico, marino y militar cartagenero Isaac Peral inventó el primer submarino torpedero en 1888, esta compañía especializada en componentes para aviones anunció haber reinventado el sumergible monocasco del siglo XXI, basándose en la misma tecnología usada en la fabricación del fuselaje en una sola pieza para aviones comerciales: la fabricación de los anillos del tubo, ensamblados casi sin remaches y consolidados posteriormente con resina amalgamante que completa el conjunto. Todo ese proceso, llamado encintado, y la aplicación de la resina, están automatizados y apenas necesitan mano de obra, algo que rebaja considerablemente los costes.
Se trata, según Torres, de una propuesta que nace como consecuencia de las 'tecnologías ping-pong', que consisten en trasladar técnicas y sistemas maduros en un sector a otro, «para favorecer un desarrollo más rápido y eficiente».
Los desarrollos tecnlógicos más recientes de MTorres.
Recientemente, la empresa ha lanzado nuevos desarrollos capaces de ofrecer una combinación muy atractiva entre tecnología altamente productiva y sumamente flexible con una reducción de la inversión global, incluyendo temas externos como costes de cimentación, reducción en necesidades de espacio y otros.
Entre estos nuevos desarrollos, se encuentran:
- Un nuevo sistema On-line inspection con sistema de identificación de defectos que cuenta con el menú más amplio del mercado.
- HD-Preg
- Sistema multicinta AFP con cabezales multifunción capaces de gestionar más de 24 cintas en diferentes tipos de materiales, y con capacidad para laminar por encima de 300 kg/hora.
- Tecnologías de conectividad entre máquinas que permiten a través de la gestión del Big data mantenimientos predictivos altamente eficace.
- Aplicaciones robóticas en laminación (AFP-ATL) y en sistemas de remachado en fibra de carbono.
Por otro lado, MTorres sigue desarrollando innovadores sistemas de ensamblaje automatizado enfocados en la reducción de los costes recurrentes y un nuevo proceso de fabricación automatizada sin molde para fuselajes monocasco en material compuesto, una nueva tecnología de fabricación totalmente rupturista.
Medalla de oro de la CEN
Hace un año, el Rey Felipe VI le entregó en Pamplona la Medalla de Oro de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) al empresario por su contribución a la economía y sociedad navarra, poniendo en valor la innovación en su actividad empresarial, su creatividad personal y su apuesta social por el impulso a las vocaciones tecnológicas en su sector. La Medalla de Oro de CEN es la máxima distinción otorgada por la Confederación de Empresarios de Navarra.
“Me siento como una persona de cuarenta años”
Trabajador incansable hasta sus últimos días, afirmó en una entrevista hace un año que esperaba llegar a los cien años trabajando en su empresa, ya que, "espiritualmente", se sentía como una persona de cuarenta años.
Manuel Torres Martínez se mantuvo hasta el último momento al frente de su empresa. Lo dijo en La Verdad de Murcia, en la misma entrevista: "No me voy a jubilar, sería un honor para mí seguir cotizando y no cobrar la pensión".
Dejando huella
Tras su fallecimiento, el comunicado oficial de la empresa reflejaba también la personalidad de Torres y la huella que deja entre sus colaboradores más cercanos: "Emprendedor, visionario, de enorme vitalidad, en búsqueda constante de nuevos retos, con profunda integridad personal y humana, de arraigados valores y principios, comprometido con el medio ambiente, no cabe sino destacar el privilegio que ha supuesto para nosotros el haber podido trabajar junto a él".