Cuando en febrero de 2019, el Comité Europeo de las Regiones (CdR) aprobó la propuesta murciana de digitalizar la salud a nivel europeo, nada hacía pensar en la grave crisis sanitaria que unos meses después afectaría al conjunto de la población mundial.

Recordemos que, en febrero del pasado año, se aprobó por unanimidad en Bruselas el dictamen impulsado por la Región de Murcia para promover la digitalización de los sistemas de salud a nivel europeo. Este documento, defendido por el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, el Comité Europeo de las Regiones, solicitaba a la Comisión Europea el apoyo a los Estados miembros para llevar a cabo un proceso a través de planes y estrategias europeas, nacionales y regionales, y que sería enviado a todas las instituciones de la Unión Europea.

López Miras, señaló ante el Pleno el «importante incremento de la esperanza de vida» de la población, que ha provocado «nuevas demandas que hacen imprescindible una Transformación Digital de la salud»

Dicha Transformación Digital, se centraba en cuatro áreas fundamentales:

· La creación y mejora de bases de datos comunes que permitan promover la prevención.

· La investigación y la medicina personalizada.

· El acceso seguro de los ciudadanos a sus datos de salud.

· Y la creación de herramientas digitales que den el poder a los pacientes y mejoren el cuidado centrado en las personas.

El dictamen también solicitaba a los legisladores que aumentasen el presupuesto propuesto para la Transformación Digital en Europa para el período 2021-2027, y sugería a la Comisión la creación de un formato único europeo de base de datos que pueda ser compartido por los países comunitarios.

Dicha propuesta hacía hincapié en la necesidad de trabajar para una mejor coordinación entre los sectores público y privado, incluyendo a las pequeñas y medianas empresas del sector de la salud electrónica, los organismos de investigación y otros agentes implicados en la salud.

Ya entonces, la Región de Murcia señalaba que la Transformación Digital de la salud «es clave» para llevar a cabo los cambios necesarios «para hacer frente a los retos a los que se enfrenta Europa», ya que facilitará acceder a nuevos modelos asistenciales y permitirá la recopilación y aplicación de conocimientos científicos para avanzar en la prevención de enfermedades, en su diagnóstico y tratamiento, y en la medicina individualizada, al optimizar la conectividad entre sus áreas, aumentando la velocidad de ejecución para aplicar el tratamiento adecuado a cada paciente.

Es seguro que si la Transformación Digital del sistema sanitario a nivel, no sólo europeo sino también mundial, se hubiera implantado unos años antes, hubiéramos estado mejor preparados para afrontar las gravísimas consecuencias que la Covid-19 ha provocado y sigue provocando a la población a día de hoy.